martes, 11 de febrero de 2014

Descubrimiento: Foxygen es una batidora de psicodelia sesentera

Seguimos descubriendo nuevas bandas, nuevos sonidos. Nos cuenta Jot Down que se lleva el pop psicodélico, en un reportaje llamado Los nietos de los Beatles, de lo que nosotros venimos hablando un tiempo, al menos desde que irrumpió Tame Impala. Ahora nos hemos encontrado con Foxygen, un grupo que hace un batido de influencias de los últimos sesenta. Así que a veces suena muy Beatle, a veces muy Stones, a veces Doors o a los Pink Floyd de Syd Barret. Sonidos a veces lisérgicos, pero estribillos muy tarareables, con la inocencia del pop de aquellos años dorados a pesar de todos los vicios. Solo algún guiño al reagge suena posterior a 1970, y no tanto.
Sus referencias no son nada disimuladas, lo que a veces los coloca en la fina línea entre las influencias y la imitación, entre el homenaje y el plagio. En medio de melodías muy brillantes, a ratos uno cree estar escuchando Under my thumb, Simpathy for the devil, Killing me softly with this song, Suspicious mind o Ryders on the storm. Dicho esto, su tributo es sincero, y se esmeran en crear un sonido de los que llenan, absorbente y evocador, logradas atmósferas mágicas con esos teclados, y algunos coros emocionantes y falsetes muy glam. Que alguna de las piezas valiera como banda sonora de alguna película de suecas en España o para la sala de espera de un destista de la época no le quita valor: así éramos.
El carismático líder de la banda es Sam France, un veinteañero que se ha estudiado a fondo la obra de sus mayores. Su single más conocido, de 2013, es este No destruction. Yo lo oigo como si los primeros Stones y Dylan hubieran participado en Rubber soul.



De Foxygen no hay tanta obra publicada, apenas un LP y un EP, y en Wikipedia ocupan pocas líneas en inglés, lo que hoy en día dice mucho de la movilización de tus aficionados. Son una banda de Agoura Hills, entre Los Ángeles y Ventura, al sur de California. Sin embargo, estos angelinos cantan mucho a San Francisco, que era y es la capital hippy de la costa Oeste (y quizás del planeta).