sábado, 26 de diciembre de 2015

El concierto del año: Cracker nos sacude con suave country y punk vaquero

Hemos tardado en digerirlo y en poder contarlo. El pasado 1 de diciembre pudimos vivir el que creemos el concierto del año en Madrid: la banda californiana Cracker, a la que llevábamos un tiempo escuchando en plan atracón. Fue una actuación soberbia, de unas dos horas, en la Sala El Sol, parte de una gira europea con once fechas en España, país por el que sienten debilidad. Cracker, por si no los sabéis, tiene la gran virtud de saber moverse entre el country más tradicional y el punk-rock más rabioso, hijos como son del rock alternativo de los 90 y del movimiento que vino a llamarse cowpunk, o punk vaquero. Ah, y con letras muy combativas o sarcásticas que denuncian la desigualdad social. No seguiremos sin que escuchéis algo tan bonito como este 'Torches and Pichforks'. Ojo a la letra: os vamos a combatir en vuestras mansiones fortificadas, vamos a combatir a vuestros matones y abogados, a vuestros guardias de seguridad. Todo eso en una suave balada folk.



Si queréis saber más sobre la ideología y actitud de esta banda podéis leer esta entrevista en Babelia, previa a su concierto en Madrid y posterior a los atentados de París, ante los que plantan los "cojones gordos" del toro de Osborne. Hablan ahí de cómo ven el mercado del disco está “como la Edad Media: dominado por grandes señores. Internet ha sido muy bueno para la creatividad, pero no para hacer dinero con ella”, cuenta David Lowery, que además de músico es matemático, profesor universitario de gestión cultural  y activista por los derechos de los músicos. Un tipo singular. Pero en el sonido de Cracker es igualmente clave Johnny Hickman, mago de la guitarra eléctrica y poseedor de un vozarrón que utilizan en los temas más country. En directo se advierte mejor el peso que tiene en la banda. El resto del grupo varía, viene y va. Ellos dos son el núcleo.

viernes, 23 de octubre de 2015

John Lennon no tenía razón: las diez canciones que odiaba de los Beatles

Leemos a Xavier Valiñio en Efeeme una lista de las diez canciones de los Beatles que John Lennon detestaba, según dijo en algún momento de su vida. Bueno, no vamos a caer en la ingenuidad de defender cualquier cosa que firmaran los Fab Four, quienes trabajaron a un ritmo frenético de dos álbumes por año, más un montón de singles, lo que explica esos temas de relleno poco trabajados. Comprendamos también que, después de conocer a Dylan, a John le importaban mucho las letras, y se avergonzaba de muchas que escribió o tuvo que interpretar. Pero queremos repasar esa lista para señalar qué canciones son salvables -parece haber un claro sesgo en contra de las creaciones de McCartney- y señalaremos alguna ausencia. La falta más notable, lo sentimos por la maravillosa película de animación que inspiró, es Yellow Submarine, tema simplón e infantiloide que seguramente escribieron Lennon y McCartney para burlarse de Ringo Starr (repitieron la jugada con Octopus Garden). Vamos a recordarla para entender que los Beatles también hicieron vulgaridades, pero que no siempre uno es buen juez de sí mismo (y menos de su encarnizado rival). Luego pasamos a detallar la lista:

Esta es la lista de Efeeme y nuestras muchas pero fundadas objeciones:

viernes, 14 de agosto de 2015

Documento histórico: la última filmación de John Lennon rockeando a gusto


Última hora: nos llega este estremecedor documento de nuestro admirado Diego A. Manrique, que lo cuenta así: "¡Emocionante! La última filmación de John Lennon haciendo música, rockeando a gusto. El realizador Jay Dubin fue contratado para captar a Lennon en acción con Andy Newmark, Earl Slick y Hugh McCracken, con vistas a futuros video clips para promocionar Double Fantasy. Se rodó en el estudio neoyorquino Hit Factory, el 19 de agosto de1980. Durante años, se creyó que el material de Jay Dubin había sido destruido por Lennon ("demasiado chupado, parezco un pájaro"). En realidad, Yoko tiene almacenadas esas imágenes, que apenas han sido usadas".

Lee aquí el post completo de Diego A. Manrique en Facebook 
Es una pena que las imágenes sean tan incompletas, con más planos de la mano que del rostro, y no siempre bien conectadas al sonido. Pero el documento histórico es de enorme valor. Y John suena con toda la fuerza que tenía a los 40, cuando regresaba de un largo descanso, fuerza que le truncó aquel asesino a la puerta de su casa. Disfrutad del vídeo (lo que dure en la red, que los dueños de estos derechos son muy suyos). Maldito seas, Mark David Chapman.


jueves, 13 de agosto de 2015

The Who en Glastonbury: rock y canas

En Glastonbury hay cada vez más teclados y menos guitarras, pero nada sonó con más fuerza que The Who. Hay quien vaticina el fin de los macrofestivales


En 1968, los Rolling Stones invitaron a ilustres colegas a su Rock and Roll Circus, disco y telefilme que se grabaría con público. En la velada estuvieron John Lennon y Eric Clapton con un potente blues o los Jethro Tull. Pero la actuación que intimidó a los mismísimos Stones fue la de los Who, tremendos con A Quick One While He's Away. Entre eso y que la cosa acabó muy de madrugada, la banda de Jagger y Richards no tuvo su noche. Y aquella sesión histórica se quedó en un cajón casi tres décadas: no se editó hasta 1996.
Hoy se aprovecha todo, y tampoco aparece nada mejor. Los Stones encabezaron el cartel de Glastonbury hace dos años; este verano The Who echaron el cierre al gran festival británico de rock.

Lee el artículo completo de Ricardo de Querol en El País.

domingo, 17 de mayo de 2015

En la muerte de B.B. King: los últimos reyes se nos van sin relevo a la vista

"Lennon, Elvis, Hendrix, Janis, Morrison. Sinatra, Michael Jackson, Freddy Mercury, Cobain, Lou Reed. Louis Armstrong, Miles Davis, Billie Holiday, Aretha Frankin. Paco de Lucía. B. B. King. Los reyes de la música del siglo XX van mudándose al panteón. Y los que siguen aquí —Dylan, Jagger, Springsteen— dejan atrás sus mejores años sin que hayamos identificado a los sucesores en las siguientes generaciones.
No hay relevo a la vista: la música como fenómeno de masas, con estrellas que todos conocían y salían una y otra vez en la radio y la televisión, o al menos ejercían una influencia enorme en un estilo, se agota". (Lee aquí el artículo completo de Ricardo de Querol en El País




sábado, 25 de abril de 2015

Violines, trompetas y coros góspel: primavera retro con Matthew E. White y Natalie Prass


Estos sonidos generan cierto debate en casa, que nosotros somos más guitarreros, pero merecen que les prestemos atención. La factoría de Matthew E. White está llenando esta primavera de canciones de apariencia vintage, de coros góspel, de violines y trompetas. White es el autor de uno de los discos más aplaudidos este año, Fresh Blood, en el que mezcla con dulzura y sensibilidad retazos de soul, góspel y rock sureño, y en el que se luce con orquestaciones que deben mucho al sonido de finales de los sesenta y, sobre todo, primeros setenta, diríamos que con guiños sobre todo a la música negra de entonces, pero también, en cierto modo, al estilo de Paul McCartney (y alguna coda que la que viene a continuación y recuerda al nanananá la de Hey Jude). A ratos suena como las bandas sonoras de series de televisión de los setenta, o a musicales de la época, otros ratos crees estar en una Iglesia baptista, en algún momento parece el hilo musical. Pero rebosa belleza. Es un disco de tono tristón, por las letras que aluden a tragedias varias (incluidos los abusos sexuales o la muerte de Philip Seymour Hoffman) y por la voz profunda y frágil de White, pero el músico convierte ese dolor en luz, en esperanza. Para que os hagáis una idea, esto es Feeling Good is Good Enough.



Pero es que de la factoría de White, llamada Spacebomb, situada en Richmond (Virginia), nos llega esta otra maravilla. Un disco muy suavecito y melancólico, bonito a rabiar, de Natalie Prass en el que también abundan las orquestas de cuerdas y vientos y que se llama como esta chica. Esto que suena es My Baby Don't Understand Me, aquí en versión acústica.


Vayamos con lo que se ha dicho en la crítica de ambos álbumes, que han llamado mucho la atención.

domingo, 15 de marzo de 2015

Chuck Ragan nos transmite una fuerza como la del Boss Springsteen

Pedimos disculpas a los enteradillos que leen este blog por no habernos detenido hasta ahora en este cantante estadounidense, autor de uno de los discazos de 2014 que nos dejamos en el tintero en nuestra lista de diciembre. Rectificaremos nuestro error imperdonable haciendo mucho caso a este hombre de voz agerrida y grandes canciones que nos trasmite unas sensaciones similares a las del mejor Bruce Springsteen. ¿Que exageramos? Bueno, el Boss es el Boss, y estará en los libros de historia, pero no me digáis que la garganta de Chuck Ragan no tiene una fuerza comparable, además de un timbre que puede parecer familiar. Escuchadlo ya: esto es Something may catch fire, uno de esos temas que se nos meten en la cabeza y no salen.



Procedente del grupo Hot Water Music, de un rock durito sin pasarse, etiquetado como punk, pero luego también se ganó la vida como cantautor básico, con su acústica y su armónica, para acabar apostando por un animado country-rock, de ese que enlaza con el folk irlandés y te hace mover los pies.

jueves, 8 de enero de 2015

Los ocho momentos de Elvis Presley, en vídeos en su 80 cumpleaños

Elvis Aaron Presley, el Rey del Rock, cumpliría hoy 80 años, y ya vale de bromitas con que los celebrará desde su retiro paradisiaco, que aquí no somos amigos de las conspiraciones. Para nuestra desgracia, murió Elvis Presley de forma trágica en 1977, pero deja una obra tan enorme, una figura tan única, que en realidad vive para siempre.
"Antes de Elvis no había nada", dijo John Lennon, y quizás esa expresión era un poco injusta para los pioneros del rock and roll y del blues, como Chuck Berry o Muddy Waters. Pero mirando con perspectiva su impacto en la cultura de masas no queda duda: no hubo un fenómeno del rock antes que Elvis; todos los que ha habido después le deben algo. Y seguramente solo ha habido un fenómeno del rock de esa envergadura, el de los Beatles, con los que tuvo una relación primero de desconfianza y luego de odio abierto pese a la admiración que inicialmente le tenían los de Liverpool (aquí se cuenta su frío encuentro en 1965).
Breve aclaración: no cabe comparar ambos fenómenos. Elvis no era autor, sino un intérprete, el intérprete más impresionante que ha dado la música popular. Por eso no deja una discografía a la altura inalcanzable de los Fab Four, pero es que apenas componía. De ahí que llenara tantos vinilos de directos: tenía un directo brutal, era un animal del escenario, exactamente lo que no fueron los Beatles, mucho más cómodos en el estudio y que se apartaron de los conciertos a mitad de su carrera. El torrente de voz de Elvis apenas admite comparación con nadie; si insisten, con Sinatra. Al césar lo que es del césar.
No vamos a enrollarnos demasiado porque ya han escrito sobre la trascendencia de su figura los que más saben, y lo recogeremos más abajo. Pero antes vamos a repasar su carrera a fogonazos, con ocho vídeos (y sus píldoras) que corresponden a ocho momentos clave. Allá vamos.