lunes, 2 de enero de 2012

Metallica vuelve a lo suyo tras su extraña alianza con Lou Reed

No insistan. No funciona. No sigan por ahí. Adoramos a Metallica, una de nuestras bandas favoritas en el panorama del heavy metal, y hemos peregrinado dos veces para verlos en directo. Y admiramos a Lou Reed, aunque por nuestras limitaciones idiomáticas no lleguemos a disfrutar de todos los matices de sus versos. Pero la unión de Reed y Metallica para editar el álbum Lulú, oiga, no acaba de encajar, no se deja oír, no gusta a los fans de unos ni del otro. Así que Metallica, con buen criterio, ha decidido volver a lo suyo: acaba de lanzar un EP con cuatro canciones llamado Beyond Magnetic, que recupera los temas que se quedaron fuera del montaje final de su anterior álbum, Death Magnetic; y ha iniciado una gira mundial para celebrar su 30 aniversario que, lamentablemente, no está previsto que pare en España. La crítica, que molió a palos la extraña alianza entre Reed y Metallica, aplaude ahora sus nuevas piezas con estruendo (cinco estrellas de cinco, leemos en Artist Direct). Y eso que las cuatro piezas, dos suaves y dos duras, solo se han editado en formato digital en iTunes, lo que debe ser una tendencia en el sector. Escuchad este Hate Train, recién salidito del horno. Esta grabación piratilla recoge la primera vez que la tocaron en directo, en el pasado día 5 de diciembre en San Francisco (tras una charleta de minuto y medio). Contundente como siempre. Y con el sonido bien amoldado a la infravalorada voz de James Hetfield.



Bravo. Metallica vuelve a estar en su sitio...


El proyecto Lulú nació de forma extraña: Lou tenía material inspirado en la obra teatral del expresionista Frank Wedekind (también llamada La caja de Pandora, que fue una película) pero no llegó a editarlo. La banda metalera y el trovador neoyorquino coincidieron en el grandioso concierto de los 25 años del Rock and Roll Hall of Fame en enero de 2009 (que se merece un post para él solo). Allí en el Madison Square Garden sí hubo química, ahí sí que encajaron las guitarras rompedoras con la personal voz de Lou, que jugaba en casa. Allí sí agradaron con este Sweet Jane.



Reed quedó fascinado por la experiencia y se ha deshecho en piropos a sus nuevos acompañantes. En una entrevista con The Guardian por su coraje, por su rabia, por su energía. "Llevaba muchos años esperando la ocasión de intentar hacer algo así con la gente correcta". Pero, ay, Lulú no acaba de entrar bien por los oídos. Nos escanta la furia guitarrera de Metallica, nos encanta la voz de Lou. Nos habrían dejado buen recuerdo su encuentro en el Hall of Fame. No parecían destinados a trabajar juntos. Pero, bueno, gente de su categoría tiene una ventaja sobre los demás: que hacen lo que les da la gana. Si era lo que les pedía el cuerpo, aceptémoslo. Pero no nos ha enamorado el álbum, que puede representar este The View. Odio decir esto, pero me dio un poco de dolor de cabeza.


Como no nos vamos a ir con ese mal recuerdo, y como mantenemos a Metallica en nuestro podio de héroes del rock, vamos a despedirnos con la canción que más nos conmueve de su repertorio: Nothing else matters. Podíamos haber elegido muchas otras, pero ninguna tan bonita como esta.

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