Esta mañana he podido alimentar mis oídos nada menos que con el sabroso plato que nos prepara ya un chef con más que experiencia, Springsteen. El plato, fácil de cocinar para un maestro como Bruce; con una pizca de aire contemporáneo sin perder el aroma que sigue intacto desde que en 1973 éste diera a la luz su primer guiso, conocido como Greetings from Asbury Park, N.J., aunque no fue hasta dos años más tarde cuando el cocinero encontró el ingrediente perfecto que le llevó al éxito a nivel mundial con un estofado que enamoraba a cualquiera; nada menos que el mítico Born To Run, con el que ninguna persona digna de tener gusto volvió a probar nada diferente.
