Vale, hemos tardado un poquito en recoger aquí la impactante noticia de la muerte de Ravi Shankar, el muy prestigioso músico indio que enseñó a los Beatles a tocar el sitar, ese instrumento que dio un toque mágico a la fase más innovadora de los cuatro de Liverpool. Para algunos Shankar es el padre de Norah Jones, pero lo cierto es que para nosotros es Norah Jones, con todos los respetos, la hija de Shankar, un maestro de la música universal y no solo por su colaboración con los británicos. Su desaparicion nos lleva a escribir sobre la influencia de India en los Beatles y en otros músicos de los 60, que no fue poca.
Para los británicos, la India había sido la joya de la corona, independizada en los años cincuenta, y su cultura despertaba gran interés en la antigua metrópoli desde la era victoriana, con figuras literarias como Kipling y Tagore y todas esas películas de aventuras exóticas. Ya sabemos cómo son los ingleses de hábiles para absorber y readaptar toda influencia cultural exterior. La de su ex colonia más poblada y fascinante, con más motivo.
¿Y qué estaba pasando allí? En 1964 muere Nerhu, héroe de la independencia y el primer primer ministro de la república, y en 1966 ocupa su lugar su hija Indira Gandhi, una mujer en el poder, un gesto de modernidad inaudito en la época. Pero la tensión entre hindúes y musulmanes rompe lo que había sido la gran India y da lugar a dos nuevos países: Pakistán y Blangladesh, del que volveremos a hablar. En Occidente, desde 1965 se advierte un interés de las emergentes bandas de pop inglés y americano por la música india. Una corriente que atrapó primero a George Harrison.
Shankar ya era un músico
respetado, autor de obras de Bollywood, de partituras para ballet
clásico y de algunos discos de estudio, cuando, tras una fallida experiencia en la Unión Soviética, decidió recorrer Occidente dando a conocer la música india al gran público. Un pionero de la World Music que diríamos ahora. Antes de seguir, escucha al maestro del sitar tocando en Woodstock mientras los jipis alucinan. Era 1969 y todos eran (éramos) más soñadores.
Shankar fue influyente en los Beatles antes de verlos en persona. Harrison
dice que ya le llamó la atención la música del subcontinente mientras grababan la
película Help!, de 1965, que arranca en un restaurante hindú en el que
toca una banda típica. Pero fue durante la segunda gira americana de los cuatro de Liverpool cuando los Byrds (la banda californiana a la que se consideraba los Beatles americanos) hablaron a Harrison de Shankar y le animaron a conocer sus sonidos. El consejo dio un vuelco al rumbo que llevaba la música contemporánea antes de pisar la tierra que baña el Ganges. Repasaremos la huella india en varias obras maestras de los Beatles y otras bandas.
domingo, 10 de marzo de 2013
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