En Glastonbury hay cada vez más teclados y menos guitarras, pero nada sonó con más fuerza que The Who. Hay quien vaticina el fin de los macrofestivales
En 1968, los Rolling Stones invitaron a ilustres colegas a su Rock and Roll Circus, disco y telefilme que se grabaría con público. En la velada estuvieron John Lennon y Eric Clapton con un potente blues o los Jethro Tull. Pero la actuación que intimidó a los mismísimos Stones fue la de los Who, tremendos con A Quick One While He's Away. Entre eso y que la cosa acabó muy de madrugada, la banda de Jagger y Richards no tuvo su noche. Y aquella sesión histórica se quedó en un cajón casi tres décadas: no se editó hasta 1996.
Lee el artículo completo de Ricardo de Querol en El País.
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