Disfrutamos de lo lindo en Mad Cool, y que nadie nos mire mal, que nosotros estuvimos el 6 de julio de este 2017 en la Caja Mágica de Madrid. La víspera del negro viernes, día 7, cuando ocurrió una tragedia que ha ensombrecido todo el festival: la muerte del artista acrobático Pedro Aunión, a la que nos referiremos al final de este post. No había llegado, entonces, el mal rollo generado por este accidente, y ese día el cartel se anunciaba potente: dos figuras de primera fila que ansiábamos vivir en directo (Lumineers y Foo Fighters), gente interesante a la que prestamos atención (Foals, Belle and Sebastian), una pequeña decepción (Kurt Vile) y otros que no llegamos a ver aunque pretendíamos hacerlo (Quique González, nos arrepentiremos de esto, o Katfish and The Bottlemen). Porque en el recinto enorme no se llega a todo, si te quedas viendo algo chulo te pierdes otra cosa chula. Se juntaron 45.000 almas, que a primera hora de la tarde estaban más repartidas, pero al llegar la actuación estelar de la noche se apiñaban frente al escenario principal abarrotando la enorme explanada de falso césped.
Tras el diluvio, Lumineers hicieron salir el sol
Cayó lluvia furiosa, gotas gordas y pesadas lanzadas como misiles, sobre Madrid en las horas previas al inicio de los conciertos. Los accesos obligaban a pisar barro (no nos pongamos exquisitos, eso ya pasó en Woodstock en 1969). Se retrasaron las primeras actuaciones, y Lumineers eran una de nuestras bandas más ansiadas (os escribimos sobre ellos en este post). Esta gente de Colorado nos pone de buen humor al instante su folk con influencias bluegrass, ese sonido tan romántico y auténtico nacido en los Apalaches de los emigrantes irlandeses y escoceses, caracterizado por voces altas, a veces dos o tres en coro, de sonido desgarrado. Dijo de ellos Pepe Maza en Ruta 66 que "suenan a verde llanura, a tienda de campaña y a hoguera, a tabaco de liar, a venado a la brasa". Suelen dar conciertos muy emotivos, y a veces se meten entre el público a cantar, pero no fue el caso. Debido al aguacero y a lo apretado del cartel, acortaron en mucho la hora de actuación prevista, y se quedó en media hora, apenas siete canciones (aquí la lista). Una pena porque al día siguiente en Barcelona hicieron el doble: 14.En Mad Cool empezaron con la bellísima Flowers In Your Head, y la segunda ya era su mayor éxito: Ho Hey. Siguieron cuatro temas de su segundo álbum Cleopatra (que nos excita menos pero tiene su valor, e incluye una pieza muy bonita, Sleep on the Floor). Así que sorprendentemente pronto sonó como última canción, ni bis ni nada, Stubborn Love, quizás el tema más bello que han escrito y que al público le encanta corear ("Keep your head up, keep your love"). Así que Lumineers nos iluminaron el día en un bello atardecer después de la tormenta. Pena que nos supo a poco, pero se disfrutó.
En Youtube quedó este testimonio de su interpretación de Cleopatra en Mad Cool. Y añadimos un concierto completo en Nueva Orleans de sus inicios (2012) porque nos mola mucho.
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