El 9 de febrero de 1961, John, Paul, George y Pete Best tocaron en el club "en una actuación a mediodía que sería la primera de casi trescientas que darían allí a lo largo de dos años", cuenta ABC. "En agosto de 1963, cuando los Fab Four ya eran mundialmente conocidos, dieron su último concierto en esta sala que sería demolida en la década de 1970 para construir un centro comercial. Existe una réplica a pocos metros del emplazamiento original del club, en Mathew Street, donde los admiradores de la banda se reunirán este miércoles para celebrar estos 50 años. El ayuntamiento de Liverpool tiene planeado poner un techo de luz en Mathew Street, en honor a la canción Lucy in the sky with diamonds" (...).
Para celebrarlo tomaremos una cerveza imaginando el ambiente en The Cavern de aquellos locos años, pero la efeméride tiene sus matices. John y Paul ya habían tocado en el local en 1957, con la banda llamada entonces The Quarrymen; desde 1959 actuaron ya con George en distintos garitos de la ciudad; en 1960 ya se hacían llamar The Beatles (o The Silver Beatles) y en febrero de 1961 ya habían pisado los escenarios de Hamburgo, ciudad a la que volverían para terminar de curtirse. Se puede comprobar en esta documentada página que detalla todas las actuaciones del grupo en Beatweb.
Ringo, que se incorporó pocos meses después tras coincidir con ellos en Hamburgo, resultó decisivo en el sonido Beatle. Pero hoy brindaremos por los que no llegaron a la gloria por azares del destino: Pete Best, el batería despedido antes del primer disco de estudio para dar entrada al más solvente Ringo; y Stu Sutcliffe, el bajista y artista que se quedó en Hamburgo para dedicarse a la pintura y falleció un año después. Incluso brindaremos esta vez por los demás músicos que pasaron por los Quarrymen liderados por un imberbe Lennon, el germen de todo esto: se llamaban Eric Griffiths, Pete Shotton, Bill Smith y Ken Brown. La vida es injusta, muchachos. Os quedasteis por el camino, pero al menos habéis tenido algo grande que contar a los nietos. A lo mejor nada habría sido igual sin su aportación en los primeros días. Terminamos con este Some other guy, buen testimono de cómo sonaban los Beatles (los cuatro definitivos, sí) jugando en casa, en The Cavern, en agosto de 1962. Fijaos en el ambiente del local. Una atmósfera mágica, ¿verdad?
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