sábado, 30 de julio de 2011

El Liverpool de los Beatles (2): cuando John y Paul se encontraron

El encuentro de John y Paul fue una de esas casualidades que escriben la historia, un golpe de azar que cambió la música para siempre. Hemos peregrinado a Liverpool para visitar los lugares y encontrar sus huellas. John había formado en 1957, con 16 añitos, una banda con compañeros del colegio a la que llamó The Quarrymen, por el nombre de su colegio. Ninguno de los primeros compañeros de John en esta banda (Eric Griffiths, Pete Shotton, Bill Smith) ha dejado huella, pero seguro que tuvieron algo fascinante que contar a sus nietos. Hubo un lugar y un momento en que John encontró a Paul. Luego Paul trajo a George, luego entró Stu Sutcliffe, quien sugirió cambiar el nombre, y tiempo después Pete Best... Luego pasaron muchas cosas, pero para entender cómo se llegó a esta constelación de talento, vayamos un poco atrás.






Paul y George eran compañeros de promoción en el Inny, el Liverpool Institute, una de las escuelas más prestigiosas de la ciudad. Aquí Alexander muestra la orla en que ambos aparecen a la puerta del edificio, que hoy es el Liverpool Institute for Performing Art.
A unos pasos de allí estaba el Art College, donde John ingresó en 1957 y donde se juntó con un tipo muy inquieto, dotado de gran magnetismo personal, que era Stu Sutcliffe. Como el sitio, está claro, va de artístico, junto a ambos edificios destaca este original montaje, formado por las malestas de los instrumentos que utilizaron los Beatles en sus primeros años. Tuneado, claro.



El encuentro entre John y Paul se produjo en la parroquia de Saint Peter, en Woolton, el pueblo de la periferia de Liverpool, cerca de casa de John. Es esta iglesia, anglicana ella, con el encanto de lo tradicional pero muy enrollada para la época porque organizaron un concierto que ha quedado en los libros de historia: fue el sábado 6 de julio de 1957.



La actuación de los Quarrymen, banda que se hacía llamar de skiffle, liderados por un adolescente John, impresionó a un más imberbe Paul, que se encontraba entre el público. The Quarrymen tocaban versiones de éxitos americanos como Maggie May o Be Bop a Lula. John quería ser como Elvis. La actuación se produjo en este salón parroquial:



Después del concierto, un amigo común llamado Ivan Vaughan (al que la humanidad no ha agradecido como se merece su aportación) presentó a John y Paul en un salón adjunto. John preguntó a Paul: ¿cuántos años tienes? Tenía 15, uno menos que él.

Paul cogió la guitarra y le cantó Twenty Flight Rock. John se hizo el duro pero le dio una oportunidad días después. Sintonizaron. De la mano de Paul llegó su amigo George Harrison, compañero de colegio y de quien decía que era mejor guitarrista que él. John accedió. Entonces eran guitarristas los tres.
Quedan muy pocos documentos sonoros de los Quarrymen. La grabación más antigua es este That will be the day, de 1958. John era entonces el líder, muy líder como era él.



La iglesia de St. Peter tiene algo especial que ofrecer: la tumba de Eleanor Rigby, cuyo nombre figura junto a otros de la familia Rigby. Y en otra lápida, John McKenzie. Dicen las malas lenguas que los jóvenes John y Paul se escondían entre las tumbas a fumar a escondidas.




Cuando Paul McCartney compuso Eleanor Rigby para el álbum Revolver, en 1966, no recordaba de qué le sonaba ese nombre. Durante un tiempo dijo que eligió el nombre por la actriz Eleanor Bron, que actuaba en Help!, pero cuando alguien advirtió lo de la lápida, justo en el lugar donde iban de jóvenes, quedó claro que se guardaba en algún rincón de su memoria. El father McKenzey reposa al lado para confirmarlo. En todo caso fue una canción importante en el momento clave de los Beatles, cuando arriesgan y se encumbran. Disfrutadla como aparece en Yellow Submarine. En honor de Eleanor Rigby, fallecida en Liverpool en 1939 a los 44 años.



Otros capítulos:
1. Los sitios de su infancia.
3. The Cavern
4. Penny Lane, Strawberry Field.

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