sábado, 31 de diciembre de 2011

George Harrison es igual de enigmático tras la peli de Scorsese

Al fin hemos visto la película, en dos partes, que un grande hace sobre otro grande: Living in the Material World, la vida de George Harrison según su fan Martin Scorsese. Bien, vaya por delante: cuánto nos alegramos por la memoria de George, un músico de enorme aportación a la música, pero a menudo tapado por la creatividad desbordante de John y Paul. El más joven y retraído de los Beatles se merecía una película para él solo, se merecía la gloria póstuma, volver a ser portada en revistas mundiales tan influyentes como Newsweek, casi medio siglo después de que los Fab Four lo fueran en 1964.
Por otro lado, hemos seguido con interés la carrera del gran director que es Scorsese, que ya había demostrado su sensibilidad hacia el mundo de la música con un gran documental sobre Bob Dylan (No direction home, de 2005) y una filmación de un concierto de los Rolling Stones (Shine a light, de 2008). Para el año que viene se espera de él una película sobre Frank Sinatra. Así que grande del cine y gran melómano. Pero la película sobre George... ¡ay! Se deja ver y es interesante. Pero... no me aclara nada del enigmático personaje que es Harrison, confirmado como el Beatle con más inquietudes espirituales, pero al que nunca llegas a entender del todo.



Las tres horas del filme no aportan nada demasiado novedoso al que haya visto, por ejemplo, el macrodocumental Anthology, al que a ratos se parece demasiado. La misma fórmula: imágenes en blanco y negro de la beatlemanía, fragmentos de entrevistas con los cuatro hechas en las últimas décadas, y la viuda, en este caso Olivia, cuidando la imagen del desaparecido. Un relato amable,sin claroscuros. "Hasta esas estudiadas declaraciones dejan claro que no fue un hombre fácil ni fiel, no ya a la vida en pareja, sino ni tan siquiera a la estética, la religiosidad o el gusto musical. Cuanto más sabemos de Harrison, menos sabemos de Harrison", escribió David Trueba sobre la película en El País.
Pese a su extensión, el documental va a ritmo acelerado y pasa rápido por algunos capítulos de su vida. Lo mejor es lo que dice el propio Harrison, a menudo desconcertante, y lo que cuenta su amigo Eric Clapton.


Vuelve Blur (por un tierno 2012)

Blur, una de nuestras bandas favoritas, grandes figuras del brit-pop de los años 90, planean reunirse para los actuar en la gala de los Brit Awards 2012, en Londres el próximo febrero, y sugieren que quizás sea el principio de algo más. Los teníamos perdidos desde hace un par largo de años, cuando se dieron un baño de masas en el festival de Glanstonbury. Aquí tocan Tender, y nos parece una bella manera de desearte un muy feliz 2012. Ya que no vamos a ser ricos, precisamente, al menos que haya ternura en este año nuevo. Os deseamos lo mejor (posible). Si falta el dinero, que abunde el amor, la paz y, siempre, la música.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Feliz todo y para siempre



En estas fechas tan señaladas nos llena de orgullo y satisfacción... ¡Corten! Se nos está pegando el estilo del discurso de Nochebuena. No, lo que queremos decir es que nos alegramos que esos casi 20.000 visitantes del blog estéis allí, al otro lado del ciberespacio, y de que esta familia Beatle se sienta conectada con todo este mundo. Esperamos que disfrutéis de los vuestros estos días, los que como nosotros entráis en el invierno y los que, cabeza abajo como Mafalda, pasáis calor. Ojalá en 2012 todo vaya a mejor. Tampoco es tan difícil ¿verdad? Os dejo con John, Yoko y su agridulce felicitación navideña y pacifista. Sed libres y sed felices por negro que se vea todo en este 2012, que seguro que pronto saldrá el sol. 

martes, 20 de diciembre de 2011

Cesaria Evora dice adiós mirando el mar

"A ella le gustaba pasar horas mirando el mar, aunque no se metía en el agua porque no sabía nadar. Aunque, como explicó una vez, le hablaba 'como si fuera una persona. Una anciana me dijo que las olas crean una música que nosotros los humanos no entendemos".
Ha muerto Cesaria Evora, la voz de mujer africana y portuguesa (de Cabo Verde, que es ambas cosas) que empezó a cantar para ahuyentar la tristeza. Su semblanza la escribe en El País Carlos Galilea. Y desde aquí, como admiramos todas las músicas del mundo que son bellas, hemos querido rendir homenaje a la mujer que dio dos vueltas al mundo con sus mornas melancólicas y las alegres coladeras. Su desaparición nos deja tan melancólicos como algunas de sus canciones. Alguien ha escrito que esto también es blues. El blues de los que se echaron a la mar y alguna vez sintieron saudade. En Cabo Verde se dice Sodade.