"A ella le gustaba pasar horas mirando el mar, aunque no se metía en el agua
porque no sabía nadar. Aunque, como explicó una vez, le hablaba 'como si
fuera una persona. Una anciana me dijo que las olas crean una música
que nosotros los humanos no entendemos".
Ha muerto Cesaria Evora, la voz de mujer africana y portuguesa (de Cabo Verde, que es ambas cosas) que empezó a cantar para ahuyentar la tristeza. Su semblanza la escribe en El País Carlos Galilea. Y desde aquí, como admiramos todas las músicas del mundo que son bellas, hemos querido rendir homenaje a la mujer que dio dos vueltas al mundo con sus mornas melancólicas y las alegres coladeras. Su desaparición nos deja tan melancólicos como algunas de sus canciones. Alguien ha escrito que esto también es blues. El blues de los que se echaron a la mar y alguna vez sintieron saudade. En Cabo Verde se dice Sodade.
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