-¿Qué dirías de formar los Beatles-La Siguiente Generación
con Sean Lennon, Dhani Harrison y Zak Starkey?
-No creo que sea algo que le interese a Zak.
Quizás Jason [otro de los hijos de Ringo Starr] querría
hacerlo. Yo sí. Parece que a Sean le gustaría, y a Dhani. Yo estaría
feliz de hacerlo.
-¿Lo han discutido?
-Sí, un poquito.
-¿Crees que podría ocurrir?
-Sí, ojalá naturalmente. No sé, hay que esperar a
ver. La voluntad de Dios, el respaldo de la naturaleza, supongo. Así
que sí, tal vez.
El que habla es James McCartney en una entrevista con la BBC, y Dios, que se sepa, no se ha pronunciado sobre si bendice estos peculiares Beatles junior. Los medios le han despellejado por llegar a proponer ese sacrilegio a la memoria de sus mayores. El Daily Mail se cachondeaba de ello con esta imagen de Jason, Sean, James y Dhani a lo Sgt. Pepper. Ninguno de ellos, que sepamos, es un músico sobresaliente que merezca comparación con sus progenitores. Así que no, no es buena idea, pero tampoco la tomen con estos chicos que no saben cómo comportarse para estar a la altura del mito que tenían en casa.
El que debuta ahora es James, hijo de Paul. Y resulta que el chico quiere hacer carrera musical, pero ha tardado en lanzarse porque se sentía aplastado por su ilustre apellido. Lo hace ya talludito y suena así:
Cuenta El País que "el timidísimo James McCartney, hermano menor de la fotógrafa Mary y la diseñadora Stella, no ha osado publicar su primer disco hasta ahora, a los 34 años". Enfrentado a su padre desde la muerte de su madre Linda, porque Paul tardó demasiado poco en emparejarse de nuevo con Heather Mills (quien luego le desplumó), James se refugió en el anonimato y llegó a trabajar de camarero. Ya se sabe que Paul quiso llevar a sus hijos a colegios públicos para darles una vida normal y evitar que se críen en burbujas de ricos. Así que no nos extraña nada. Lo llamativo es que James dice que quiso tocar la guitarra no por lo que vio en casa, no, qué va, sino viendo a Michael J. Fox versionando a Chuck Berry en Regreso al futuro.
Sean Lennon ya sabe lo difícil que es hacer carrera musical bajo tan gigantesca sombra. El único hijo de John y Joko (Julian, el otro hijo de John, fue olímpicamente ignorado por este) se esforzó por ser alguien en la música pero el reto era mayúsculo. Si no era genial no dejaría huella alguna. Así fue. Este era su Dead Meat en acústico.
En fin, que no es fácil llevar la gloria de tu progenitor sobre tus espaldas. Pero también abre algunas puertas, como las del mítico club The Cavern de Liverpool en el que actúa este mes James McCartney. Dicho lo cual, el sonido de este treintañero debutante nos parece bastante digno. Un poco previsible, quizás. Continuista. No habría estado mal que al hijo de Paul le hubiera dado, no sé, por el punk o por el jazz experimental. Pero no, hace pop con cierto aire a los Fab Four, aunque yo diría que esa voz parece más influida por John que por Paul. ¿Tiene eso algo que ver con la mala relación con su padre? Eso que lo analicen los psicoanalistas.
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