Que no, que no nos hemos olvidado de vosotros, es que la vida es muy exigente y no llegamos a todo. Sabemos que seguís allí y os deseamos lo mejor en estas fiestas. A lo que íbamos: estas son nuestras canciones del año, por su orden, y el único criterio ha sido nuestra muy caprichosa elección. Aquí os ponemos el top 8 de las canciones que nos han emocionado. El año pasado estábamos folkies y campestres, pero ahora necesitamos guitarreos potentes. Podéis comentar y discrepar incluso, que el comentario es libre en este blog (y vosotros un poco vaguetes, también hay que decirlo). Estas fueron nuestras favoritas:
1.-Bumblebee (Kasabian). No os hemos escrito de esa banda en este blog, y ya va siendo hora. Fueron triunfadores en Glastonbury, cabeza de cartel de la noche de cierre, nuevas figuras de la cool Britania, adorados en su país pero que generan grandes discrepancias, grupo que amas u odias. Nosotros los amamos y, como referencia, os diremos que Rafa Cervera escribió en Babelia sobre ellos a cuento de su último álbum: "48:13 es rock del presente, en absoluto temeroso de
otras músicas, deseoso de evolucionar y también de conectar con el
público que les jalea y su realidad". Este Bumblebee que abre su nuevo álbum nos parece un trallazo, una fabulosa explosión de adrenalina que nos hacía falta. No podemos quedarnos quietos al oírla. Por eso la nombramos canción del año.
Kasabian - Bumblebee from Matt Hare - Colourist on Vimeo.
2.- High Ball Stepper (Jack White). De White os hemos escrito largo y tendido en ese blog, así que no nos enrollamos. Y de esta canción también: es la única pieza instrumental de Lazaretto, al que consideramos sin discusión disco del año. Pero aquí elegimos canciones y esta pieza lo tiene todo menos voz: tiene alma, ritmo, potencia, un riff poderoso que se nos ha metido en la cabeza durante meses. Así sonó en Glastonbury, y perdonad que insistamos tanto con nuestro excéntrico pero genial guitarrista, responsable de lo más interesante que hemos visto con las seis cuerdas en los últimos años.
3.- What Did I Do / God as My Witness (Foo Fighters). Los de Dave Grohl, reyes del rock de estadio, vienen de un amago de despedida tras el que nos han traído un disco interesante pero que no ha acabado de convencer: Sonic Highways. Se esperaba mucho de ellos, pues el álbum se grabó a la vez que un documental en el que recorren EE UU en busca de influencias nuevas. Y, de ahí la decepción, suena como todo lo suyo, muy solvente, pero no hay pista de ese afán renovador. En todo caso su disco incluye este tema que nos parece tremendo y nos suena a clásico, a rock inmortal.
4.-Weight of Love.(The Black Keys). Otra banda de nuestras habituales, de la que se esperaba muchísimo después del pelotazo de El Camino,, un álbum que marcó un antes y un después, pero que ahora ha sacado un álbum que, sin salirse de esa línea, resulta mucho más melancólico y menos comercial. Lo más sonado fue Fever, pero a nosotros nos emociona este Weight of Love que, aunque inicialmente demasiado parecido al Breath de Pink Floyd, luego adquiere carácter propio e incluye uno de los mejores solos que hemos escuchado a Dan Auerbach, que es mucho decir.
Weight of Love from Theo Wenner on Vimeo.
5. Nobody (Cécile McLorin Salvant). Esta joven estadounidense con raíces haitianas ha sido uno de nuestros descubrimientos del año. Nos enamora esa voz personalísima y marabarista, propia de una gran dama del jazz, al entonar este Nobody. El jazz no es precisamente lo nuestro pero aquí somos omnívoros y comemos de todo. Atentos a ella, que dará que hablar. Y oír.
6.- Loader Than Words (Pink Floyd). Qué triste pero bella despedida. Pink Floyd dice adiós a una trayectoria para la historia con el doble álbum The Endless River, que recoge grabaciones del entonces trío en 1993, durante las sesiones de The Division Bell, mucho antes de que muriera el teclista Richard Wright, hombre clave para el sonido de la banda pero a menudo ninguneado. Admitamos que los de aquel año ya no son los mejores Pink Floyd posibles, volcados en un sonido new age bonito y apropiado para los tiempos, pero nada innovador. El disco es instrumental, a ratos improvisado como una jam session, pero David Gilmour ha añadido voz a este tema, con letra de su mujer, y se marca un punteo de los suyos. Es un digno colofón a una carrera legendaria.
7. Inside Out (Spoon). Hace un tiempo que miramos de reojo a esta banda, autora de un meritorio álbum llamado 'They want my soul'. Nos ha costado elegir una canción, porque es un disco que mantiene un buen nivel de principio a fin, así que apostamos por esta por pegadiza, y por sorprendernos con ese final con arpa. Deberíamos hacerles más caso y también les debemos un post.
8.- Mr Tembo (Damon Albarn). Vaya aplausos se está llevando el disco del ex frontman de Blur, una de las bandas que sabéis que marcaron nuestra vida. Le ha salido un álbum intimista y tranquilo (algunos lo sitúan entre los mejores del año) en el que destaca, como pieza algo más animada, esta simpática Mr Tembo, dedicada a un elefante, por cierto.
Nos han salido ocho, sí, qué pasa, que no hay que llegar a diez por rutina. Nos quedamos ahí porque el año rockero ha sido digno pero lo excelso tampoco abunda tanto. Este año no hemos tenido, por ejemplo, unos Arctic Monkeys, unos Lumineers, unos Muse. Bueno, seguro que vosotros podríais añadir vuestras favoritas a la lista. Para eso están los comentarios, pedazo comodones, ayudadnos un poco a abrir debate. Venga, estamos esperando que nos digáis que no hemos puesto a War On Drugs, o St Vicent, pero es que pese a las muchas recomendaciones no acabaron de seducirnos. Hemos dudado con Temples y algo de esa psicodelia pero teniendo su interés no los hemos visto a la altura del desafío. Os deseamos lo mejor, y mucha música, en 2015. Sé libre y disfruta de la vida. Sí, es a ti.
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Hola Angelical y gracias por tu comentario en Lo Mejor del Rockandroll. Te añadiré también a la lista de enlaces. Veo que coincidimos en varios nombres, eso me indica que no iba desencaminado. Un. Saludo
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