Elvis Aaron Presley, el Rey del Rock, cumpliría hoy 80 años, y ya vale de bromitas con que los celebrará desde su retiro paradisiaco, que aquí no somos amigos de las conspiraciones. Para nuestra desgracia, murió Elvis Presley de forma trágica en 1977, pero deja una obra tan enorme, una figura tan única, que en realidad vive para siempre.
"Antes de Elvis no había nada", dijo John Lennon, y quizás esa expresión era un poco injusta para los pioneros del rock and roll y del blues, como Chuck Berry o Muddy Waters. Pero mirando con perspectiva su impacto en la cultura de masas no queda duda: no hubo un fenómeno del rock antes que Elvis; todos los que ha habido después le deben algo. Y seguramente solo ha habido un fenómeno del rock de esa envergadura, el de los Beatles, con los que tuvo una relación primero de desconfianza y luego de odio abierto pese a la admiración que inicialmente le tenían los de Liverpool (aquí se cuenta su frío encuentro en 1965).
Breve aclaración: no cabe comparar ambos fenómenos. Elvis no era autor, sino un intérprete, el intérprete más impresionante que ha dado la música popular. Por eso no deja una discografía a la altura inalcanzable de los Fab Four, pero es que apenas componía. De ahí que llenara tantos vinilos de directos: tenía un directo brutal, era un animal del escenario, exactamente lo que no fueron los Beatles, mucho más cómodos en el estudio y que se apartaron de los conciertos a mitad de su carrera. El torrente de voz de Elvis apenas admite comparación con nadie; si insisten, con Sinatra. Al césar lo que es del césar.
No vamos a enrollarnos demasiado porque ya han escrito sobre la trascendencia de su figura los que más saben, y lo recogeremos más abajo. Pero antes vamos a repasar su carrera a fogonazos, con ocho vídeos (y sus píldoras) que corresponden a ocho momentos clave. Allá vamos.
Elvis la Pelvis. En sus primeros años, Elvis explotaba a fondo no solo su talento como cantante sino también su arrollador atractivo erótico, y causó sensación con una forma de bailar muy provocadora para la todavía puritana América de los 50. Convertido en símbolo sexual idolatrado por la juventud, derrochaba vitalidad y virilidad en piezas de rabioso rock and roll, empapado de blues, como este Houng dog grabado en 1956. Su aparición, lo vemos, fue un bombazo.
Su lado tierno. Hemos dicho que el primer Elvis era una fiera cuando le poseía el ritmo, pero también un fabuloso baladista que cantaba algunas de las canciones más románticas escuchadas nunca. Como este Love me tender fechado en 1956 que nos pone la piel de gallina casi seis décadas después. Nunca descuidó esta faceta digamos que sentimental a lo largo de su carrera. Le pegaba y mucho.
Estrella de Hollywood. En cuanto triunfó, Elvis Presley ocupó la gran pantalla con esa percha y ese encanto que desprendía el tipo, y que lo convertía en un astro sin igual. Pero hoy podemos lamentar que durante demasiados años diera prioridad a su carrera cinematográfica sobre la musical, lo que fue una mala idea porque en el rock era el Rey, pero no está entre los príncipes del séptimo arte. En todo caso sus películas, la mayoría sin pretensiones, tienen algunos momentos memorables. Restacamos esta escena de Loving you, su primer filme en 1957, en la que interpreta Mean Woman Blues tras ser reconocido por las fans en una cafetería (se incluye una parodia desternillante de esta escena en el clásico del humor Top Secret).
Alistado al Ejército. Sorprendentemente, Elvis
pensaba de sí mismo que sería un fenómeno fugaz, y consta que en
1958 ya iba diciendo que el rock and roll estaría acabado pronto. Luego fue
Lennon quien dijo que Elvis murió el día que se alistó al Ejército.
Bueno, no es un cumplido precisamente el de John, pero es cierto que su
servicio militar entre 1958 y 1960, que prestó en Arkansas y en
Alemania (allí conoció a Priscila), truncó una carrera que apenas había despegado y que a su
regreso se complicó. La Elvismanía no cesó porque su etapa militar
estaba en todos los papeles y porque se editaron montañas de material
suyo anterior en esos dos años. En este vídeo suena If you talk in your
sleep mientras al recluta le cortan el pelo.
Regreso triunfal a la televisión. Pues sí, el Rey pasó la mayor parte de los sesenta haciendo cine, mientras en su país crecía la Beatlemanía. En 1968 se decide que regrese al primer plano en lo musical, y eso arranca en un especial para la NBC en que Elvis demuestra que mantiene un magnetismo extraordinario y tira de su repertorio, mezclado en popurrís discutibles (¿exigencia del medio?) pero que en cualquier caso prueban que sigue ahí. En el programa suena rock trepidante, el que le componían Leiber y Stoller hasta que los despidió el funesto Parker, y se advierte que el artista empieza a apuntar hacia el soul más melódico, y el gospel de su infancia, tendencias que marcarían su siguiente etapa.
Las Vegas, sí, qué pasa. Elvis Presley solo actuó durante su carrera en suelo norteamericano: en EE UU y algunas veces en Canadá. Se ha especulado mucho sobre por qué el coronel Parker no quiso llevarlo de gira a Europa o, tenía una buena oferta, Australia. En todo caso, en 1969 piensa que será más rentable instalarse en un lugar fijo, una ciudad tan hedonista como Las Vegas, y que sean sus fans los que vayan a los casinos a verle. Las Vegas, admitámoslo, nos puso de golpe frente a un Elvis muy hortera, con esas lentejuelas en un estrecho vestido blanco. Pero aquí defendemos que incluso ese Elvis es mucho Elvis. Que el que fue Rey del rock también brillaba como cantante melódico. Aunque, soñar es gratis, nos gustaría saber qué hubiera sido de él de estar mejor asesorado. En esta actuación de 1970 podéis ver que seguía volviéndolas (volviéndonos) locas. Esta es su glamourosa Suspicious Mind.
Aloha, América. Fue probablemente su último gran momento de gloria planetaria. En 1973, el Rey protagonizó otro show memorable, desde su querida Hawaii, a la que nos había dado a conocer en sus películas. El espectáculo fue ideado para ser emitido vía satélite a todo Estados Unidos. Elvis, que ya no es el jovenzuelo que era, ya con esos atuendos que llevaron a trivializar su imagen, se luce pese a todo. Como en este Fever en que sigue mostrándose muy seductor.
La decadencia. Elvis sufrió un evidente declive físico en
sus últimos años de vida, en los que adquirió peso abruptamente, no paraba de sudar y sufrió por su adicción a los fármacos. Pese a
todo, aunque parecía su caricatura, aunque muchos lo vieron patético,
todavía cantaba con todo el alma. Ya no practicaba demasiado el rock, aunque estaba obligado a repescar algunos de sus clásicos, sino que se enfoca a la canción melódica, que él creía que llegaban a un público mayor. Aquí interpreta Unchanged Melody y todavía nos impacta. Aunque ya más por su tremenda voz que por su encanto personal, evidentemente perjudicado.
Hasta aquí los ocho momentazos Elvis. ¿Qué vamos a añadir nosotros sobre su figura? Bueno, tampoco creamos que lo sabemos todo. Sostiene Diego A. Manrique
que en muchos sentidos Elvis Presley sigue siendo un enigma. "Requiere
un serio esfuerzo imaginarlo, pero Presley vivió sus 22 años de
estrellato en una discreta oscuridad. Es un artista que se manifiesta
mediante discos, películas y —de forma regular, a partir de 1969—
actuaciones. Pero, esencialmente, no se sabe ni lo que piensa ni cómo
vive".
"La muerte de Elvis alcanza dimensiones de tragedia global.
Anteriormente, los decesos de famosos de la farándula se quedaban en las
secciones de Sucesos, Obituarios o Espectáculos: con Elvis, saltan a la
primera página de los periódicos, a la cabecera de los telediarios
(proporciona un modelo de respuesta para el asesinato de John Lennon en
1980, aunque —bonita paradoja— ambos se detestaban). Es cuestión
generacional: en 1977, los medios de comunicación están llenos de baby boomers.
Admiradores y detractores, todos han crecido a la sombra de Elvis,
discutiendo sobre el hombre y sus misterios (...) La presencia de Elvis es tan monumental que hasta puede pasar
inadvertida en su propio país: en el extranjero, donde nunca le han
visto cantar, se entiende mejor su excepcionalidad" (lee aquí el artículo completo en Babelia).
En La Ruta Norteamericana, Fernando Navarro abunda en su importancia por encima de los pioneros del rock. "That’s All Right no fue la primera grabación original de
rock’n’roll pero sí la más simbólica. Tampoco fue Elvis el primer
representante de aquella música irreverente y trepidante, a la que ya
por entonces incitaban con similar gloria artística personajes como Little Richard, Bill Haley o Ike Turner, pero sí el más importante. Porque Elvis Presley
puso al rock’n’roll en órbita. Y ahí, más allá de su indudable talento,
el hecho de ser blanco le hizo contar con ventaja con respecto a
grandes coetáneos". Y ahí da otra clave: "En su absorbente
voz, ese chico blanco además captaba inconscientemente el palpitante
abandono de las clases trabajadoras del Sur de Estados Unidos, de los
marginados sociales y, sobre todo, de toda la legión de jóvenes que, en
plena expansión económica, tenían una mentalidad muy distinta a la de
sus padres (...) Sin él, nada hubiese sido lo mismo". (lee aquí el post).
Hoy todoslos amigos de la música llevamos a Elvis con nosotros. En este blog tan beatlemaniaco queremos rendir tributo al que reconocemos como el Rey. Es sabido que a veces los reyes dan algún disgusto. Pero a Elvis nadie le ha movido el trono. Ni esperamos que eso pueda ocurrir ya. Larga vida al Rey.
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canción de elvis donde las caricaturas hacian el sonido de trompetas con las narices y orejas por favor...
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