Termina el año Lennon, que para nosotros ha sido también el año Paul, el año Rock in Rio y sobre todo el año USA, en definición de Guille. Así que desde aquí os deseamos que 2011 no confirme el pesimismo reinante y nos sorprenda con su buen rollo. Y que el próximo año siga abundando en Beatlemanía y en buen rock and roll, que nosotros aquí iremos abriendo el foco a más músicas. Os dejamos hasta el año que viene con So this is Christmas (War is Over), para que John nos cante:
"A very Merry Xmas And a happy New Year Let's hope it's a good one Without any fear War is over, if you want it War is over now" Pues eso: sin miedo. La crisis ha terminado (si tú quieres).
El musical Rain: A Tribute to the Beatles on Broadway ha recibido críticas feroces, tachada despectivamente de gran karaoke, pero el público llena la sala, el teatro Neil Simon, cada noche, así que en siete semanas ya ha recaudado los dos millones de dólares que costaba el proyecto. Lo cuenta Rolling Stone. Y esta es la demoledora crítica del New York Times, la biblia de las artes escénicas en la gran manzana, que no encuentra hilo alguno en la obra y dice que uno se siente como si estuviera jugando al videojuego de los Beatles. No nos extraña la decepción viendo los precedentes: Queen ya fue protagonista de un musical lamentable por todo excepto por la música, y en Madrid ahora compiten varias obras con poca chicha sobre los éxitos de los años 80. Pero seguro que si volvemos a pasar por Broadway nos veremos tentados de ir un rato a cantar con el público neoyorquino las canciones de los Beatles aunque la obra, eso lo asumimos de entrada, no esté a la altura de la leyenda. Con todo Nueva York cubierta de nieve, tampoco es un mal plan.
Para felicitar estas fiestas y desear un 2011 menos temible de lo que se presenta, os dejamos esta bonita interpretación de Bohemian Raphsody, nuestro tema favorito de Queen, a los violines. Por si nos sugiere algún buen deseo realizable. Al menos que haya mucha música en 2011.
Ya contamos que Nueva York es una ciudad entregada a la beatlemanía y, sobre todo, a la memoria de su vecino John Lennon. En esta temporada de aniversarios -del nacimiento y muerte de John o del fin de los Beatles-, la gran manzana esperaba con impaciencia a Paul McCartney. Y Paul se metió a la ciudad en el bolsillo tres veces, tres, este mes de diciembre. La primera fue su actuación en el mítico teatro Apollo, en el Harlem, un templo sagrado de la música que nunca había pisado sir Paul. El concierto fue todo un evento social que congregó a dos stones, Keith Richards (en la foto) y Ronnie Wood, junto a celebridades del mundo del espectáculo como Alec Baldwin, Jerry Seinfeld, Matt Damon, Jimmy Fallon, Chris Rock, Ben Stiller, John McEnroe, Patti Smith, Rob Thomas, Kevin Bacon, Steve Van Zandt (de la E Street Band) o Max Weinberg. Aquí lo cuenta Rolling Stone en inglés. Paul se presentó en el Apollo como un chico inglés que idolatraba la música americana. "Hace mucho tiempo, en Liverpool, yo soñé con esto". Del concierto habla esta crónica local: "Paul hizo que los sueños se hicieran realidad". Paul también triunfó en la televisión, y por dos ocasiones. Primero pasó por el programa Late night with Jimmy Fallon de la NBC y sorprendió a todos interpretando, por primera vez, Scrambled eggs (Huevos revueltos), la provisional y divertidísima letra, sin más propósito que hacer rimas fáciles, que sirvió para componer la inmortal Yesterday. La letra es algo así: “Oh, nena, cómo me gustan tus piernas/ Pero no tanto como me gustan los huevos revueltos/ Deberíamos hacer huevos revueltos y patatas fritas como gofres". También lo cuenta Rolling Stone, ahora en español.
Su otra aparición estelar fue en Saturday Night Live, de la CBS, uno de nuestros programas favoritos, puro teatro televisivo, con 35 años en antena. Paul cerró el programa, por el que pasan cada semana actores y músicos de primera fila, con un doble guiño a John: A day in the life y Givepeace a change. Como cuando aterrizó con los Beatles para su gira americana en 1964, esta vez Paul llegó, vio y triunfó por igual en los escenarios y en los platós de televisión. Y esta vez, otra vez, la ciudad de los rascacielos le recibió como se merece.
Dedicamos nuestro post número 50, que Guille los tiene bien contados, a nuestro beatle favorito, a nuestro músico favorito, a casi casi nuestra figura histórica favorita: John Winston Ono Lennon, porque mañana 8 de diciembre se cumplen 30 años de que el loco Chapman lo asesinara a la entrada del edificio Dakota, en que vivía con Yoko Ono y su hijo Sean. Recordarlo aún me pone la piel de gallina. Tenía 13 años y, tras oír hasta gastarlo el álbum rojo, acababa de descubrir al nuevo Lennon gracias al álbum que acababa de lanzar: Double Fantasy, con las maravillosas Woman, Beautiful boy o Just like starting over. Lennon había terminado cinco años de silencio en que se había dedicado a su familia, los cinco años que tenía su hijo Sean, cuando ese disco lo devolvió al primer plano. Es decir, cuando John era más mío, cuando acababa de sorprendernos de nuevo, ese idiota nos lo quitó. Y lloré pensando que mi gran ilusión, ver a los Beatles reunidos, ya no sería posible.
Aquí estamos con nuestro blog sobre los Beatles, los 60 y la buena música de todos los tiempos. Esta familia melómana quiere compartir con vosotros la banda sonora de nuestras vidas. Nuestros hijos nos están creciendo según nos acompañan en este viaje a la década prodigiosa en la que nacieron sus padres y de la que nunca despertaremos.
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