El musical Rain: A Tribute to the Beatles on Broadway ha recibido críticas feroces, tachada despectivamente de gran karaoke, pero el público llena la sala, el teatro Neil Simon, cada noche, así que en siete semanas ya ha recaudado los dos millones de dólares que costaba el proyecto. Lo cuenta Rolling Stone. Y esta es la demoledora crítica del New York Times, la biblia de las artes escénicas en la gran manzana, que no encuentra hilo alguno en la obra y dice que uno se siente como si estuviera jugando al videojuego de los Beatles. No nos extraña la decepción viendo los precedentes: Queen ya fue protagonista de un musical lamentable por todo excepto por la música, y en Madrid ahora compiten varias obras con poca chicha sobre los éxitos de los años 80. Pero seguro que si volvemos a pasar por Broadway nos veremos tentados de ir un rato a cantar con el público neoyorquino las canciones de los Beatles aunque la obra, eso lo asumimos de entrada, no esté a la altura de la leyenda. Con todo Nueva York cubierta de nieve, tampoco es un mal plan.
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