Sigamos con buen ánimo este arranque del año. Guille nos ilustra esta vez el padre de todas las músicas modernas. Todo lo que ha pasado en el siglo XX hunde sus raíces en la música de los africanos llevados a trabajar como esclavos a las plantaciones del sur de Estados Unidos a finales del XIX. De sus ritmos clandestinos surgió en la zona del Mississippi el jazz, los cantos espirituales que mantenían el ánimo de los explotados, y esa música a su vez dio lugar a géneros que se desarrollaron por su cuenta como el blues o el rock and roll. El jazz alcanzó su esplendor en los años 20, cuando clubes de conciertos proliferaron por todo EE UU en una gran explosión de la música popular que nos ha llevado a donde estamos hoy. Nadie como el grandísimo Louis Armstrong para ilustrarnos lo mejor del género: aquí el clásico When the saints go marching in. No podréis parar de tararearla durante algunas horas.
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